Cierto día, un niño les pregunta a su papá y a su abuelo ¿qué opinan de la mujer?
Su papá, mirándole fijamente, le responde "la mujer es el complemento ideal y el regalo más hermoso que ha dado Dios a los hombres en este mundo y siempre debemos darle gracias a Él por ello".
Su abuelo, con lágrimas que humedecian su rostro marchitado por el tiempo y exhalando un hondo suspiro por la pregunta, le responde "la mujer no es el complemento ideal que Dios ha dado al hombre, sino que ellas son las que llenan al mundo y si Dios me concediara un deseo, lo único que haria es pedirles perdón por tantas humillaciones y desprecios que reciben de parte nuestra". Luego de expresar estas palabras, el abuelo coge de las manos a su nieto y le dice: "nieto mio, recuerda siempre honrar a la mujer porque detrás de una mujer, nunca olvides que está tu madre.
